Como sabéis los que lleváis años siguiéndome, soy abogada de profesión y educo en casa. Ahora estoy haciendo un paréntesis, me he cogido un año sabático y me he puesto a estudiar el Grado de Pedagogía en la UNED. He tenido que crear un blog como actividad para una de las asignaturas, así que os lo presento porque creo que se complementa muy bien con Tarkus Kids.
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Hacia una nueva pedagogía (nuevo blog)
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Amor maternal - Talleres en Madrid y Barcelona
Mi querida Louma me manda esta información que espero os resulte interesante:
Queridos amigos,
Les escribo para compartir con ustedes la programación de septiembre y octubre 2011 de nuestros talleres. Les ruego difusión entre sus contactos.
Las inscripciones continúan abiertas para nuestros talleres. Tanto los de Madrid (Alcorcón), como los de Barcelona se llevarán a cabo en locales pequeñitos y muy acogedores, por lo que las plazas son limitadas.
Hemos dejado un plazo de inscripción con precio reducido para nuestros talleres, hasta el 15 de septiembre (inclusive), por lo que si aún no te has inscrito ¡date prisa! Les aseguro que les serán de mucho provecho, si no tienen con quién dejar a sus peques, pueden traerlos con ustedes, y si desean llevar un acompañante, bien sea papá o una hermana, prima, etc., para que pueda salir a calmar al peque en caso de que se canse o disguste, el acompañante no tendrá que pagar otra plaza.
En el taller de Salud Bucal y Crianza Respetuosa, hablaremos de todos los métodos preventivos para tener una boca sana desde el nacimiento hasta la edad adulta, siempre visto desde el punto de vista de la crianza respetuosa. Es decir; respetando al niño en todas sus dimensiones, desde sus necesidades físicas, como afectivas, emocionales, psicológicas, y nutritivas.
El taller de Crianza Consciente para Futuros Padres, está dirigido a parejas embarazadas y padres de pequeños que desean disfrutar más de la crianza, relajarse, fluir, explorando otras formas de maternidad y paternidad, plenamente avaladas por la ciencia y comprender las necesidades de sus hijos, saber qué compras son verdaderamente necesarias cuando planificamos tener un hijo, cómo afrontar las dificultades que pueden presentarse durante la lactancia materna, el sueño, la alimentación. Hablaremos también de cómo planificar el parto que queremos y vivirlo con máximo placer.
Para más info e inscripciones:
- Salud Bucal y Crianza Respetuosa. Taller en Madrid Jueves 22 de septiembre de 2011. Alcorcón.
- Crianza Consciente para Futuros Padres. Taller en Madrid Sábado 24 de septiembre de 2011. Alcorcón.
- Crianza Consciente para Futuros Padres. Taller en Barcelona Viernes 30 de septiembre de 2011. Barcelona.
- Salud Bucal y Crianza Respetuosa - Taller en Barcelona Lunes 3 de octubre de 2011. Barcelona.
Les agradezco a todos que por favor compartan la información con todas las familias que crean que puedan beneficiarse de ellos.
Si quieres formar parte de nuestra comunidad de mamás, únete a nuestra página deFacebook, o síguenos por Twitter.
Un fuerte abrazo y gracias de antemano,
Cordialmente,

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Nueva url
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Curso Montessori en Madrid
Los amigos de Besos y brazos me pasan esta información:
Taller Montessori de 3 a 6 años.
Los días 16, 17 y 18 de Diciembre Celine Hameury impartirá un taller Montessori en Madrid.
En este curso impartirá información teórica con soporte audiovisual y la presentación de los diferentes materiales utilizados en el sistema montessori en el periodo de Educación Infantil (de 2 años y medio a 6 años aproximadamente):
Materiales de las áreas de vida práctica, sensorial, lenguaje, matemáticas y cultura general.
El horario será de 9 a 14 y de 16 a 19 h. 8 horas al día, 24 horas en total.
El lugar es en la localidad de San Martín de la Vega, en Madrid.
Facilitaremos dirección exacta a los asistentes confirmados.
El precio son 70 euros por persona la totalidad de los tres días.
Los niños no pueden estar en el curso, pero sí pueden estar con un acompañante en la casa (es un adosado, con patio y muy muy cerca hay varios parques). Los bebés pueden entrar para mamar, pero después tendrán que salir con su acompañante.
En caso de estar interesados, hay que hacer una transferencia de la totalidad del curso (70 euros) a un número de cuenta que facilitaré tras que confirméis que venís. Y si es posible, ruego enviéis justificante de transferencia escaneado o similar al siguiente correo:patrocito1@gmail.com.
Consultar antes para comprobar que hay plazas. Se seguirá riguroso orden de reserva y pago realizado.
El mínimo de personas para que el curso salga adelante, son 11, aunque podría venir 1 persona más. O sea, el número de plazas total son 12 plazas. Más personas hará el curso poco participativo y no estaremos a gusto.
Celine Hameury es la persona más entusiasta de Montessori que he conocido y tiene un conocimiento sobre los materiales enorme, además de una generosidad que todos podemos comprobar al entrar en su blog, desde el que comparte su experiencia con cualquiera que tenga interés en el Método Montessori.
http://montessorihoy.blogspot. com
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Podrías llegar a ser presidente. Por Sandra Dodd
Artículo de Sandra Dodd traducido por Lau para Tarkus Kids.
Original en inglés, aquí: http://sandradodd.com/president
Sandra vive en Nuevo México (Estados Unidos) donde ha educado a sus tres hijos en casa. Escribió este artículo en 1996.
Sandra vive en Nuevo México (Estados Unidos) donde ha educado a sus tres hijos en casa. Escribió este artículo en 1996.
"Podrías llegar a ser presidente". No sé cuántas veces he oído esto en la escuela y supongo que es cierto. Algunas personas lo han hecho, y todos ellos fueron niños alguna vez, pero ¿cuáles son las probabilidades? Me puse a pensar en cuánta gente había pensado que PODRÍA querer ser presidente pero que nunca lo consiguió, y en cómo debían sentirse por ello. No pensé en entrevistar a un número suficiente de gente como para tener una muestra científica, así que este artículo no va sobre eso.
Pensé que podría descubrir qué porcentaje de la gente nacida en un año determinado se HABÍA convertido en presidente, así que elegí el año 1900. Pensé que sería un problema simple: calcular cuántos americanos elegibles habían nacido ese año, y cuántos habían llegado a ser presidentes. En primer lugar, descubrí que nadie nacido en 1900 había sido presidente. Además, ¡no pude descubrir cuánta gente había nacido! El problema era que cuatro estados (entre ellos, el mío) ni siquiera formaban parte, todavía, de los Estados Unidos. Intenté, por diversos medios, conseguir las estadísticas de todas las personas elegibles en los Estados Unidos; no hubo forma. ¿Alaska, Hawaii, Arizona y Nuevo México? El problema es ¿cuántos de ellos vivieron hasta los 45 años? Y ¿debemos contar a las mujeres, que todavía no tenían ninguna posibilidad de convertirse en presidentas? De modo que me pregunté: ¿qué es lo realista? La depresión y la epidemia gripal sucedieron después de 1900, y la primera guerra mundial, y todos los que sobrevivieron a eso, tuvieron elecciones en 1948. En 1948 nadie habría tenido en cuento a alguien que fuera blanco, hispano, asiático o alemán. ¿Judío? Sí. Quizás en el PRÓXIMO siglo. ¿Cuántos quedaban? ¿Quién sabe? Me cansé de la pregunta.
Entre 1892 y 1907, a los largo de dieciséis años, no nació ni un solo presidente. Así que es posible que nadie nacido entre 1991 y 2007 llegue a serlo tampoco. Y, oye, si alguno de ellos ES presidente, ¿por qué ibas a querer que fuera uno de tus hijos? ¿Por qué le desearías un año completo de campaña y cuatro años de preocupación constante y responsabilidad internacional a un hijo tuyo? ¿Por qué querrías que tu hijo se arriesgara a ser vicepresidente y tuviera que asistir a funerales de gente desconocida por todo el mundo y que pudiera insultar sin querer a toda una cultura con un gesto cotidiano que aquí signifique "OK" pero que significase algo horriblemente escatológico en ese otro lugar? Y, no sólo eso, sino que ¡se emitiría en la televisión internacional!
Deberías pensar en estas cosas antes de darle a tus hijos grandes ideas sobre ser presidente.
Mucha gente dice que desearía poder mantener a sus hijos jóvenes durante más tiempo. Nunca he conocido a nadie que quisiera poner a sus hijos, conscientemente, en una cámara de envejecimiento. Mira las fotos de Jimmy Carter antes y después, o de Clinton. La gente entra joven, o en la mediana edad y sale VIEJA. Si quisiera que mis hijos envejezcan rápido les compraría cigarrillos (y les diría que se los fumasen en algún lugar cerca de MI casa). No, yo quiero que mis hijos duren bastante, y que no envejezcan más rápido de lo necesario.
Así que, ¿qué metas vale la pena tener para nuestros hijos? Me contaron de una familia que tenía una tabla en la pared que culminaba con una beca para Notre Dame. Retrocedía hasta el presente, así que si el niño conseguía todos los objetivos inferiores, lo de la beca estaba hecho. El niño sólo tenía unos nueve años, y la tabla la habían hecho los padres pero, hey, ¡la gente necesita OBJETIVOS! (En nuestra defensa colectiva, diré que esta gente no estaba educando en casa). ¿Cuáles son sus probabilidades de fracaso? Una beca para Harvard habría sido un fracaso.
Aquí están mis objetivos para mis hijos: quiero que aprendan algo cada día; que saluden a cada mañana con alegría; que vean a los desconocidos como a amigos potenciales; que sus vidas sean aventuras sin mapa, con innumerables destinos y oportunidades ilimitadas de "triunfar". Quiero que su definición de triunfo incluya cosas que pueden ver a su alrededor, no sólo en Washington, en convenciones médicas o en las Olimpiadas. Quiero que se levanten, que se asomen a la ventana y que estén contentos con lo que vean. Quiero que estén satisfechos con sus elecciones y sus habilidades. Quiero que sean realistas acerca de sus objetivos y que sean filosóficos acerca del fracaso. Quiero que sean felices.
Lo bueno de la felicidad es que la llevas contigo. Es barata. No necesita un depósito bancario ni se hereda. Puedes darles la misma cantidad a todos tus hijos sin que tengan que esperar a tener 18 años para reclamarla y usarla. Piensa en ello. Pueden tenerla ahora mismo y empezar a usarla sin quitarte la tuya.
¿Necesitan los niños tener habitación propia para guardar su felicidad en ella? No. ¿Necesitan esperar nueve semanas hasta conseguir un boletín que diga que progresan bien en cuanto a su felicidad? No. ¿Trabajar duro ahora les servirá para acumular una felicidad que puedan usar más adelante? Ésa es la teoría habitual, con la que nos criaron, pero yo ya no creo en ella.
Si mis hijos se despiertan en Albuquerque, felices de ser quiénes son y de estar dónde están, espero que sean capaces de mantener ese sentimiento todos los días hasta que se despierten en mitad del siglo que viene y miren afuera (no me importa a qué estén mirando, si son los Alpes, el Río Grande, la parte trasera de su propia gasolinera o el jardín de la Casa Blanca) y sigan siendo felices de ser quiénes son y de estar dónde están. ¿Quién podría pedir algo más que la felicidad? No esperes. Consíguela hoy y dásela.
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Algunos artículos de maternidad y educación
15 consejos que me hubiera gustado recibir en el embarazo de mi primer hijo. Por Louma Sader Bujana.
La hora siguiente al nacimiento: dejen en paz a la madre. Por Michael Odent.
Decálogo para las visitas post-parto. En Ahora la madre soy yo.
Madres sin leche: el fin de un mito. Por Inma Marcos.
Amma y la maternidad. Por Merche en Kebuscas.
XXI Carnaval de blogs de educando en familia. En Educando en la casa.
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Entrevista con Laura Mascaró, música con La Otrabanda y humor con Ana Morgade
Entrevista sobre homeschooling en La2 de RTVE con una servidora en representación de la Asociación para la Libre Educación.
Ana Morgade comenta la noticia de que 12.000 mujeres son detenidas cada año en Estados Unidos por amamantar en público.
Watch live streaming video from tucomadre at livestream.com
"La cebolla" un videoclip pro-lactancia materna del grupo La Otrabanda, cuyo vocalista cría con apego y educa en casa.
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Carnaval de blogs de educación consciente y crianza respetuosa
Queridos amigos,
hoy me lanzo a la aventura de iniciar un carnaval de blogs sobre educación consciente y crianza respetuosa. ¿Por qué? Porque muchas familias han querido participar en el Carnaval de Blogs de Educación en Casa cuando el tema no ha sido específicamente sobre homeschooling.
¿Cómo funciona?
Cada semana, voy a proponer un tema relacionado con la educación y crianza conscientes. Cualquier persona que tenga un blog sobre el tema y quiera participar, ha de escribir una entrada sobre el tema propuesto y enviar el enlace a tarkuskids(arroba)gmail(punto)com. Al final de la semana, publicaré la recopilación de todos los enlaces que hayáis mandado.
¿Y si no tengo blog?
Si no tienes blog pero quieres participar, puedes escribir la entrada y enviarla a algún otro blog para que te la publiquen (el otro blog también puede ser éste si no tienes otra opción).
El logo.
El logo que hay en esta entrada es provisional. Propongo hacer un concurso de dibujos y fotos para usar como logo del carnaval.
*Crédito de la imagen: Salvatore Vuono.
*Crédito de la imagen: Salvatore Vuono.
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Círculo de mujeres en Barcelona
*Visto en Kebuscas
Quiero compartir con vosotras un "Espacio/Círculo de Mujeres" que empieza su andar en estos días y que quizás os pueda interesar.
Se llama "Trobada de Dones" y tiene como idea clave crear un espacio de mujeres en un ambiente relajado y en confianza... un espacio donde dejar que nuestra ENERGÍA FEMENINA y sus DONES se hagan más presentes.
Profundizaremos en ciertos temas que nos son cercanos como: lo femenino, los ciclos menstruales, el útero, la sexualidad, la sensualidad...
La metodología será variada (viajaremos por la expresión corporal, los dibujos, las charlas, el yoga, el teatro, la poesía...) y, en realidad, se irá eligiendo entre todas con la energía del grupo.
El lugar: es una tienda/centro de terapias del barrio de Gracia, llamado "La mama vaca". Es muy lindo lugar!!
El día:el primer encuentro será el sábado 18 de Septiembre de 11h a 14h aprox. (la idea es repetirlo una vez al mes)
La facilitadora: Paula Vives Entrena, profesora de yoga y en formación de Doula.
Aportación: 10 eur. Para más información envía un mail a: rechi26@gmail.com o
Os mando un gran abrazo y espero veros pronto.
Pau*
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Máster para bebés (o cómo conseguir que su niño sea el más listo)
*Visto en Estimulación Temprana y Desarrollo Infantil.
Publicado en XL SEMANAL, 22 de agosto de 2010
Comunicación por signos antes de aprender a decir `mamá´, clases de inglés a partir de los tres meses, `mates´ desde los dos años… Bienvenidos al mundo de la estimulación temprana. ¿Sirve para algo o es sólo una moda que maquilla las carencias del sistema educativo? ¿Puede determinar el futuro profesional de nuestros hijos o hemos caído en la última trampa de la industria de servicios a la paternidad? El debate no ha hecho más que empezar.
La clase ha terminado y los niños se despiden de la `seño´. Durante una hora, los 15 alumnos han estudiado inglés y matemáticas, han recibido una lección de educación vial, han repasado los mamíferos y han contemplado un autorretrato de Van Gogh.
Cuando los papás les preguntan lo que han hecho, responden a su manera. Maitane aún está impresionada con la biografía de Van Gogh, y recuerda vagamente que se cortó una oreja «porque le dolía la cabeza». Un ‘compi’ la corrige: «Tenía malita la cabeza», aludiendo a la enajenación del genio. «Tenía malito el ‘celebro’», matiza otro, afinando el diagnóstico. «Se mareaba», deduce Maitane. «Estaba sordo de una oreja», sentencia Claudia.
Los alumnos de este centro bilingüe de estimulación temprana Brisbane, de Castro Urdiales (Cantabria), tienen entre 18 meses y tres años de edad. No se han enterado demasiado, pero no importa. «En ningún momento perseguimos que el niño memorice ni repita nada. El objetivo no es ése. Lo que buscamos es crear nuevas conexiones y circuitos neuronales, dotar al niño de habilidades que le sirvan para toda su vida, y crear en él nuevos intereses a la vez que satisfacemos su enorme curiosidad», explica Rosina Uriarte, la directora del centro, que sigue el método del doctor Glenn Doman, cuyas investigaciones se centraron, al principio, en la rehabilitación de niños con lesiones cerebrales y que, a la vista de los resultados, decidió aplicarlas también a bebés sanos. Su técnica más conocida es la de los bits de inteligencia, unas cartulinas con estímulos visuales: palabras, conjuntos matemáticos e imágenes de enciclopedia. La clase va a toda máquina. «A esas edades, las actividades tienen que ser breves y rápidas, o se pierde la atención del niño. En los bits les mostramos planetas, animales, arquitectura... Son colecciones de diez imágenes que les enseñas durante diez días seguidos, mientras se las nombras a un volumen más alto del habitual. Es el mismo principio que el de los anuncios de la tele, que de tanto repetirlos te los aprendes sin querer. Hay que pasarles las imágenes deprisa, porque si no se aburren. Siempre quieren más», describe Uriarte.
Todas las actividades son en inglés y en español. «Hasta los cuatro años el cerebro está estructuralmente preparado para la adquisición de lenguajes. Es lo que los teóricos denominan la ventana temporal. Una vez pasada esta edad se cierra la ventana y el aprendizaje de las lenguas va a suponer grandes esfuerzos. La razón es que todos los idiomas utilizan las mismas frecuencias bajas. Sin embargo, las frecuencias más altas difieren mucho. El inglés, por ejemplo, utiliza una gran variedad de sonidos agudos, que van desde los 2.000 a los 12.000 hercios. El castellano usa frecuencias de 1.000 a 3.000 hercios. En la práctica, somos ‘sordos’ ante las frecuencias utilizadas en otros idiomas. Pero si los niños las escuchan desde muy pequeños, se crean circuitos entre las neuronas. Cuando les contamos un cuento en inglés no pretendemos que lo entiendan. Lo que queremos es consolidar esos circuitos cerebrales para que se conviertan, a largo plazo, en autopistas de información», expone la educadora.
Los padres se enfrentan a un dilema nuevo en nuestro país. Si hasta hace poco la gran disyuntiva era si matriculaban a sus hijos en un colegio público o privado, ahora tienen que tomar decisiones mucho antes. ¿Llevamos al niño a una guardería o a un centro de estimulación temprana? ¿A qué edad? La respuesta suele ser histérica: ¡cuanto antes! ¿Y qué tipo de centro? Porque la oferta se ha multiplicado hasta alcanzar una sofisticación que despista al más pintado. ¿Método Doman? ¿Sistema Gardner de inteligencias múltiples? ¿Baby signing de comunicación no verbal? ¿Kumon para las matemáticas? ¿Música según el método Suzuki o Tomatis? ¿Inglés con Helen Doron o Jolly Phonics? Sin contar los extras: natación, mandarín, entornos lúdicos en Gymboree... Incluso hay clases de cocina para criaturas que todavía se alimentan de potitos. ¡Y qué decir del MBA para niños de tres años, con lecciones de economía y administración de empresas, a 2.000 euros la matrícula! Menos mal que, de momento, sólo se imparte en China...
Una docena de franquicias internacionales han desembarcado en España. Es un nuevo nicho de mercado. Hablar de cifras es prematuro, pero la periodista Pamela Paul, en su libro Parenting, Inc., sobre los costes de la paternidad, estima que el gasto anual por niño en Estados Unidos se ha duplicado desde 1958. En España, los críos absorben el 60 por ciento del gasto familiar. El coste anual en educación, juguetes y ocio oscila entre 2.940 y 10.400 euros en los países ricos.
Una de las cuestiones clave en la estimulación infantil está en cuándo empezar con la lectura. Unos defienden que se enseñe a los bebés, otros que es contraproducente empezar antes de los seis años. En realidad, no están hablando de lo mismo. Existen dos métodos básicos de aprendizaje. El más conocido es el silábico (el de la aliteración «mi mamá me mima» que se aprende con la cartilla). Requiere una organización espacial y que el niño tenga muy claros los conceptos de izquierda y derecha, una función en la que no se suele adquirir destreza hasta los seis o siete años. Es el que se enseña en el colegio. El problema es que se presiona a los maestros para que enseñen el método silábico desde los tres o cuatro años. Un estudio de la Universidad de Cambridge lo desaconseja y pone como ejemplo a Finlandia, el país que ocupa los primeros puestos en habilidades lectoras, matemáticas y científicas. El cole empieza a los siete años. Antes, los niños se dedican a… jugar.
Luego está la lectura global que se emplea en estimulación temprana. Por ejemplo, se le enseña al bebé la palabra `mesa´. Y se le muestra una cartulina con la palabra completa al tiempo que se pronuncia en voz alta. El pequeño tiende a ver la palabra como un todo. No se fija en las letras. La memoria visual suele ser mejor que la auditiva, de este modo, el pequeño va familiarizándose con la palabra escrita. Con el tiempo, aseguran los defensores de este sistema, puede estar leyendo sin ser consciente de haber aprendido a leer, como sucede con el lenguaje hablado. «Ojo, no debe ponerse a los bebés a escribir. No hay que saltarse etapas. Y, lo más importante, es un juego», advierte la educadora infantil Rosina Uriarte.
En cualquier caso, el término `estimulación temprana´, convertido en un mantra, se ha incorporando a la oferta educativa con una rapidez tan desconcertante que está cambiando el concepto de preescolar, como en su momento las carreras universitarias se fueron adornando con un sinfín de másteres y posgrados. Y va siendo hora de no conformarse con la simplista explicación de que los padres, con delirios de grandeza, aspiran a que sus hijos sean Oscar Wrigley, el niño inglés de dos años con el cociente intelectual de Einstein que ha sido admitido con gran boato en Mensa, la asociación internacional de superdotados. Se trata de pura supervivencia en un sistema donde el fracaso escolar es apabullante (en España, cuatro de cada diez alumnos de Secundaria repiten curso). Lo que muchos padres tienen en la cabeza, aunque les cueste reconocerlo, es que sus niños ganen competitividad en la carrera educativa.
Una carrera que ya no empieza a los seis años, cuando entran al cole. Muchos padres creen que adelantar el pistoletazo de salida les dará a sus hijos una ventaja que, a la postre, servirá para que tengan más oportunidades que sus compañeros de pupitre. Es lo que describe el sociólogo alemán Berthold Vogel en su ensayo El ocaso de la clase media. La precariedad del bienestar. «La estimulación temprana ya no es un asunto elitista. Estamos ante padres de clase media que intentan combatir sus propias carencias formativas con un exceso de celo. Se sienten vulnerables ante el paro y agobiados por el futuro. El temor a que sus hijos no consigan alcanzar su propio nivel de vida les lleva a ofrecerles una agenda formativa perfecta y a contagiarles su afán competitivo.»
Esa agenda perfecta entraña un peligro: la hiperestimulación. «Caemos en el error de creer que cuantas más actividades hagan nuestros hijos, más inteligentes serán. Hoy encontramos chicos con la agenda de un ejecutivo. Y no hay que bombardearlos con tantas propuestas», advierte la psicopedagoga Adriana Sarasa. Otro efecto pernicioso del exceso de estímulos es que los niños tienen cada vez el nivel de frustración más bajo. Esto se traduce en impaciencia e incapacidad de concentrarse.
Y el pediatra Juan Casado, jefe de servicio del Hospital Infantil del Niño Jesús de Madrid, habla incluso de una nueva forma de maltrato. «Son niños que incluso antes de ir a la escuela obtienen un programa completo de estimulación y de entrenamiento que ocupa todas las horas del día, dificultando el desarrollo equilibrado de la personalidad». Haraganear un domingo con los padres puede ser una tarea beneficiosa, aunque se aburran.
Además, el tiempo que pasan con los padres es importante. Eulalia Torres de Bea, prestigiosa psiquiatra infantil, es tajante: «Las neuronas del bebé se desarrollan según la calidad de los estímulos que reciben interactuando con los padres: abrazos, besos, caricias, sonidos, voces, mimos... Todo eso enriquece su sistema nervioso, su fortaleza emocional y su conocimiento del mundo y de sí mismo». Es contraria a adelantar la socialización del bebé llevándolo demasiado pronto a la escuela infantil.
Uno de los prejuicios sobre la estimulación temprana es que estos niños se aburren en la escuela, son soberbios, y no juegan con los demás por creerse superiores. Pablo Pascual Sorribas, maestro y director de contenidos de solohijos.com, no está de acuerdo: «Los que se aburren más son los que no pueden seguir el ritmo de la clase. Y lo pasan mal, porque la falta de éxito debilita su autoestima».
Los especialistas en estimulación temprana se defienden. El juego es primordial en la gran mayoría de los métodos, así como la participación de los padres. Y los niños se lo pasan bomba. No obstante, Uriarte pide sentido común. «No se trata de crear genios. Nuestro objetivo es apoyar a los críos en su desarrollo, no meterles presión para que sean niños diez. Es el sistema educativo el que les mete presión, el que se salta las etapas, el que pretende que empiecen la Primaria sabiendo leer y escribir. Y tiene a los alumnos en preescolar sentados en sillitas, haciendo fichas, cuando es importantísimo que se muevan. La fase de suelo es fundamental. El gateo es un ejercicio que madura el cerebro y trabaja la convergencia ocular, muy importante para la lectura y la transmisión de información de un hemisferio a otro.» Además, no hay exámenes. Y, por tanto, no hay respuestas equivocadas. Y tampoco se torpedea la autoestima de los rezagados. Por eso, cuando Gaizka, ante el cuadro de Picasso Arlequín en el espejo, exclama convencido que lo ha pintado Pikachu, es sólo una anécdota. Tiene dos años. Cuando en el colegio le hablen del cubismo, no le sonará a chino.
La clase ha terminado y los niños se despiden de la `seño´. Durante una hora, los 15 alumnos han estudiado inglés y matemáticas, han recibido una lección de educación vial, han repasado los mamíferos y han contemplado un autorretrato de Van Gogh.
Cuando los papás les preguntan lo que han hecho, responden a su manera. Maitane aún está impresionada con la biografía de Van Gogh, y recuerda vagamente que se cortó una oreja «porque le dolía la cabeza». Un ‘compi’ la corrige: «Tenía malita la cabeza», aludiendo a la enajenación del genio. «Tenía malito el ‘celebro’», matiza otro, afinando el diagnóstico. «Se mareaba», deduce Maitane. «Estaba sordo de una oreja», sentencia Claudia.
Los alumnos de este centro bilingüe de estimulación temprana Brisbane, de Castro Urdiales (Cantabria), tienen entre 18 meses y tres años de edad. No se han enterado demasiado, pero no importa. «En ningún momento perseguimos que el niño memorice ni repita nada. El objetivo no es ése. Lo que buscamos es crear nuevas conexiones y circuitos neuronales, dotar al niño de habilidades que le sirvan para toda su vida, y crear en él nuevos intereses a la vez que satisfacemos su enorme curiosidad», explica Rosina Uriarte, la directora del centro, que sigue el método del doctor Glenn Doman, cuyas investigaciones se centraron, al principio, en la rehabilitación de niños con lesiones cerebrales y que, a la vista de los resultados, decidió aplicarlas también a bebés sanos. Su técnica más conocida es la de los bits de inteligencia, unas cartulinas con estímulos visuales: palabras, conjuntos matemáticos e imágenes de enciclopedia. La clase va a toda máquina. «A esas edades, las actividades tienen que ser breves y rápidas, o se pierde la atención del niño. En los bits les mostramos planetas, animales, arquitectura... Son colecciones de diez imágenes que les enseñas durante diez días seguidos, mientras se las nombras a un volumen más alto del habitual. Es el mismo principio que el de los anuncios de la tele, que de tanto repetirlos te los aprendes sin querer. Hay que pasarles las imágenes deprisa, porque si no se aburren. Siempre quieren más», describe Uriarte.
Todas las actividades son en inglés y en español. «Hasta los cuatro años el cerebro está estructuralmente preparado para la adquisición de lenguajes. Es lo que los teóricos denominan la ventana temporal. Una vez pasada esta edad se cierra la ventana y el aprendizaje de las lenguas va a suponer grandes esfuerzos. La razón es que todos los idiomas utilizan las mismas frecuencias bajas. Sin embargo, las frecuencias más altas difieren mucho. El inglés, por ejemplo, utiliza una gran variedad de sonidos agudos, que van desde los 2.000 a los 12.000 hercios. El castellano usa frecuencias de 1.000 a 3.000 hercios. En la práctica, somos ‘sordos’ ante las frecuencias utilizadas en otros idiomas. Pero si los niños las escuchan desde muy pequeños, se crean circuitos entre las neuronas. Cuando les contamos un cuento en inglés no pretendemos que lo entiendan. Lo que queremos es consolidar esos circuitos cerebrales para que se conviertan, a largo plazo, en autopistas de información», expone la educadora.
Los padres se enfrentan a un dilema nuevo en nuestro país. Si hasta hace poco la gran disyuntiva era si matriculaban a sus hijos en un colegio público o privado, ahora tienen que tomar decisiones mucho antes. ¿Llevamos al niño a una guardería o a un centro de estimulación temprana? ¿A qué edad? La respuesta suele ser histérica: ¡cuanto antes! ¿Y qué tipo de centro? Porque la oferta se ha multiplicado hasta alcanzar una sofisticación que despista al más pintado. ¿Método Doman? ¿Sistema Gardner de inteligencias múltiples? ¿Baby signing de comunicación no verbal? ¿Kumon para las matemáticas? ¿Música según el método Suzuki o Tomatis? ¿Inglés con Helen Doron o Jolly Phonics? Sin contar los extras: natación, mandarín, entornos lúdicos en Gymboree... Incluso hay clases de cocina para criaturas que todavía se alimentan de potitos. ¡Y qué decir del MBA para niños de tres años, con lecciones de economía y administración de empresas, a 2.000 euros la matrícula! Menos mal que, de momento, sólo se imparte en China...
Una docena de franquicias internacionales han desembarcado en España. Es un nuevo nicho de mercado. Hablar de cifras es prematuro, pero la periodista Pamela Paul, en su libro Parenting, Inc., sobre los costes de la paternidad, estima que el gasto anual por niño en Estados Unidos se ha duplicado desde 1958. En España, los críos absorben el 60 por ciento del gasto familiar. El coste anual en educación, juguetes y ocio oscila entre 2.940 y 10.400 euros en los países ricos.
Una de las cuestiones clave en la estimulación infantil está en cuándo empezar con la lectura. Unos defienden que se enseñe a los bebés, otros que es contraproducente empezar antes de los seis años. En realidad, no están hablando de lo mismo. Existen dos métodos básicos de aprendizaje. El más conocido es el silábico (el de la aliteración «mi mamá me mima» que se aprende con la cartilla). Requiere una organización espacial y que el niño tenga muy claros los conceptos de izquierda y derecha, una función en la que no se suele adquirir destreza hasta los seis o siete años. Es el que se enseña en el colegio. El problema es que se presiona a los maestros para que enseñen el método silábico desde los tres o cuatro años. Un estudio de la Universidad de Cambridge lo desaconseja y pone como ejemplo a Finlandia, el país que ocupa los primeros puestos en habilidades lectoras, matemáticas y científicas. El cole empieza a los siete años. Antes, los niños se dedican a… jugar.
Luego está la lectura global que se emplea en estimulación temprana. Por ejemplo, se le enseña al bebé la palabra `mesa´. Y se le muestra una cartulina con la palabra completa al tiempo que se pronuncia en voz alta. El pequeño tiende a ver la palabra como un todo. No se fija en las letras. La memoria visual suele ser mejor que la auditiva, de este modo, el pequeño va familiarizándose con la palabra escrita. Con el tiempo, aseguran los defensores de este sistema, puede estar leyendo sin ser consciente de haber aprendido a leer, como sucede con el lenguaje hablado. «Ojo, no debe ponerse a los bebés a escribir. No hay que saltarse etapas. Y, lo más importante, es un juego», advierte la educadora infantil Rosina Uriarte.
En cualquier caso, el término `estimulación temprana´, convertido en un mantra, se ha incorporando a la oferta educativa con una rapidez tan desconcertante que está cambiando el concepto de preescolar, como en su momento las carreras universitarias se fueron adornando con un sinfín de másteres y posgrados. Y va siendo hora de no conformarse con la simplista explicación de que los padres, con delirios de grandeza, aspiran a que sus hijos sean Oscar Wrigley, el niño inglés de dos años con el cociente intelectual de Einstein que ha sido admitido con gran boato en Mensa, la asociación internacional de superdotados. Se trata de pura supervivencia en un sistema donde el fracaso escolar es apabullante (en España, cuatro de cada diez alumnos de Secundaria repiten curso). Lo que muchos padres tienen en la cabeza, aunque les cueste reconocerlo, es que sus niños ganen competitividad en la carrera educativa.
Una carrera que ya no empieza a los seis años, cuando entran al cole. Muchos padres creen que adelantar el pistoletazo de salida les dará a sus hijos una ventaja que, a la postre, servirá para que tengan más oportunidades que sus compañeros de pupitre. Es lo que describe el sociólogo alemán Berthold Vogel en su ensayo El ocaso de la clase media. La precariedad del bienestar. «La estimulación temprana ya no es un asunto elitista. Estamos ante padres de clase media que intentan combatir sus propias carencias formativas con un exceso de celo. Se sienten vulnerables ante el paro y agobiados por el futuro. El temor a que sus hijos no consigan alcanzar su propio nivel de vida les lleva a ofrecerles una agenda formativa perfecta y a contagiarles su afán competitivo.»
Esa agenda perfecta entraña un peligro: la hiperestimulación. «Caemos en el error de creer que cuantas más actividades hagan nuestros hijos, más inteligentes serán. Hoy encontramos chicos con la agenda de un ejecutivo. Y no hay que bombardearlos con tantas propuestas», advierte la psicopedagoga Adriana Sarasa. Otro efecto pernicioso del exceso de estímulos es que los niños tienen cada vez el nivel de frustración más bajo. Esto se traduce en impaciencia e incapacidad de concentrarse.
Y el pediatra Juan Casado, jefe de servicio del Hospital Infantil del Niño Jesús de Madrid, habla incluso de una nueva forma de maltrato. «Son niños que incluso antes de ir a la escuela obtienen un programa completo de estimulación y de entrenamiento que ocupa todas las horas del día, dificultando el desarrollo equilibrado de la personalidad». Haraganear un domingo con los padres puede ser una tarea beneficiosa, aunque se aburran.
Además, el tiempo que pasan con los padres es importante. Eulalia Torres de Bea, prestigiosa psiquiatra infantil, es tajante: «Las neuronas del bebé se desarrollan según la calidad de los estímulos que reciben interactuando con los padres: abrazos, besos, caricias, sonidos, voces, mimos... Todo eso enriquece su sistema nervioso, su fortaleza emocional y su conocimiento del mundo y de sí mismo». Es contraria a adelantar la socialización del bebé llevándolo demasiado pronto a la escuela infantil.
Uno de los prejuicios sobre la estimulación temprana es que estos niños se aburren en la escuela, son soberbios, y no juegan con los demás por creerse superiores. Pablo Pascual Sorribas, maestro y director de contenidos de solohijos.com, no está de acuerdo: «Los que se aburren más son los que no pueden seguir el ritmo de la clase. Y lo pasan mal, porque la falta de éxito debilita su autoestima».
Los especialistas en estimulación temprana se defienden. El juego es primordial en la gran mayoría de los métodos, así como la participación de los padres. Y los niños se lo pasan bomba. No obstante, Uriarte pide sentido común. «No se trata de crear genios. Nuestro objetivo es apoyar a los críos en su desarrollo, no meterles presión para que sean niños diez. Es el sistema educativo el que les mete presión, el que se salta las etapas, el que pretende que empiecen la Primaria sabiendo leer y escribir. Y tiene a los alumnos en preescolar sentados en sillitas, haciendo fichas, cuando es importantísimo que se muevan. La fase de suelo es fundamental. El gateo es un ejercicio que madura el cerebro y trabaja la convergencia ocular, muy importante para la lectura y la transmisión de información de un hemisferio a otro.» Además, no hay exámenes. Y, por tanto, no hay respuestas equivocadas. Y tampoco se torpedea la autoestima de los rezagados. Por eso, cuando Gaizka, ante el cuadro de Picasso Arlequín en el espejo, exclama convencido que lo ha pintado Pikachu, es sólo una anécdota. Tiene dos años. Cuando en el colegio le hablen del cubismo, no le sonará a chino.
Carlos Manuel Sánchez
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Entrevista a Mònica Martínez, madre GEMMA
-¿Qué es el Grup GEMMA?
GEMMA nace en el año 2004, Grupo de EMbarazo y MAternidad. Cuatro madres (Cecilia Ruiz, Rosa Sorribas, Helena Ferrero y Xesca Vargas) decidieron dar vida a un grupo de maternidad i así cubrir de manera autónoma la necesidad de un espacio de encuentro, consulta y acompañamiento. De estas cuatro madres sólo Cecilia continuó al cargo, coordinando y responsabilizándose del grupo hasta 2009.
Durante estos años, el Grup GEMMA ofreció encuentros semanales, participó en acciones políticas y sociales y evidenció la gran fuerza de las redes de mujeres.
En 2009 el grupo continua sin la figura de Cecília, de manera que todas cooperamos y nos responsabilizamos en la medida que queremos y sin ser directamente responsables, demostrando la gran creatividad que tenemos como mujeres y como madres cuando estamos unidas. Nos empezamos a reunir en el parque hasta encontrar un nuevo espacio, habilitamos una nueva web, diseñamos un nuevo flyer y empezamos a reunirnos sin demora para recibir a las recientes madres que podían estar necesitando apoyo.
En estos tiempos el grupo es un espacio de encuentro semanal entre madres que se ayudan y apoyan mutuamente durante el embarazo, el parto, el puerperio y la crianza de sus hijos. Organizamos charlas y talleres profesionales cuando hay un tema que nos interesa. Todas las madres que hemos pasado por GEMMA durante todos estos años estamos en contacto mediante una gran lista de distribución de correo electrónico. Disponemos de una pequeña biblioteca y ofrecemos asesoramiento en los temas que nos ocupan.
Siempre decimos que GEMMA somos todas las madres que hemos ido pasando por el grupo, que somos madres GEMMA.
-¿Quién puede unirse a Gemma y cómo? ¿Es sólo para mujeres? ¿Qué tipo de gente hay en el grupo?
Formamos un grupo abierto, gratuito y libre; interesado en cualquier aspecto del embarazo, parto, puerperio y crianza desde el respeto absoluto por los procesos naturales y por los propios procesos de cada ser. Defendemos por tanto el embarazo consciente, el parto natural, la lactancia materna prolongada, el colecho, los portabebés...
No es necesario compartir ni practicar lo que defendemos para asistir al grupo, pero sí dejamos claro que lo que se va a apoyar y a aconsejar es el respeto total hacia el bebé-niño/a; es bienvenido todo el mundo, pero no lo son los métodos conductistas y otras prácticas irrespetuosas. Por ello recibimos con empatía a las madres que vienen con ideas diferentes y las acogemos de corazón, pero sin demora les damos toda la información que tenemos al alcance y nuestros consejos sobre lo que creemos y defendemos. Después ella decide si volverá al grupo o no, sabiendo qué es lo que nos une. GEMMA es un grupo de apoyo para madres con unos intereses que no son mayoritariamente apoyados por la sociedad; la sociedad se encarga de apoyar otros caminos donde nosotras no tenemos cabida, por lo tanto creamos un espacio de respeto, donde compartir con libertad lo que creemos.
El grupo está abierto a cualquier persona interesada en compartir los aspectos que acompañan los momentos del embarazo, el parto y la crianza: padres, madres, abuelos, canguros, educadores... pero mayoritariamente asisten madres, aunque a veces algunas vienen acompañadas ocasionalmente por sus parejas o sus propias madres.
-¿Cómo lo conociste y por qué decidiste unirte a él?
Lo que nos ha llevado a todas al grupo es una necesidad de encontrar iguales, personas con ideología similar a la nuestra con las que compartir sinceramente aspectos de esta etapa de nuestras vidas como mujeres. La mayoría de nosotras nos encontrábamos en entornos donde no era recibido con respeto y apoyo la manera como entendíamos y vivíamos esta fase de nuestras vidas, y en el fondo, cómo entendíamos la vida misma.
La maternidad es un momento de vivencias emocionales muy fuertes, y casi siempre conlleva una revolución de valores y un replanteo nuevo de la propia vida. Muchas madres GEMMA han reorientado sus vidas radicalmente, cambiando de trabajo o de lugar de residencia para vivir más acorde con lo que sentían, muchas dicen que en su decisión tuvo mucho peso el grupo.
Cuando el camino elegido para la crianza o para el parto no es el socialmente aceptado, se vuelve imprescindible el apoyo de una “tribu”, para compartir las dudas y las decisiones que se van tomando.
Yo busqué un entorno, “un hogar” en el que sentirme cómoda para hablar de lo que me preocupaba y de lo que sentía, para ver realidades de aquello que estaba en mi corazón: niños amados y respetados totalmente y cómo iban creciendo. Todos los grupos que encontraba eran privados, eran servicios por los que había que hacer una aportación económica. Al final di con GEMMA, el grupo vino a mí, creo yo.
Cuando recibí del grupo todo lo que necesitaba, decidí seguir asistiendo a las reuniones para devolver toda la energía que había recibido, ofreciendo mis experiencias, como algo recíproco. A fecha de hoy mi asistencia se ha reducido porque no es un lugar donde los niños sean los protagonistas y mi hijo de 2 años no se siente cómodo demasiado rato. He participado en la creación de un nuevo grupo de crianza compartida, un espacio para los niños donde los adultos los acompañamos. Pero sé que volveré a GEMMA para mi segundo embarazo y maternidad, es un grupo cíclico.
-¿Qué tipo de actividades se realizan?
En la actualidad, básicamente nos reunimos semanalmente y conversamos durante dos horas con nuestros bebés y niños. Disponemos de una biblioteca y de material audiovisual para consultar o prestar.
Cuando un tema nos interesa, buscamos la manera de organizar una charla o un taller, solemos invitar a profesionales. La anunciamos en nuestro grupo de correo electrónico para que todas las madres estén informadas de ello y lo publicamos en la web.
-¿Qué profesionales han colaborado con vosotros (con charlas, por ejemplo)?
Desde que yo soy madre GEMMA ha habido charlas sobre sexualidad, portabebés, pañales de tela, alimentación infantil, incluso nos visitó una odontóloga infantil y ahora tenemos prevista una charla sobre educación libre. Cualquiera puede proponer una charla y puede organizarla si es consensuada y en línea con la ideología del grupo.
-Gemma promueve un tipo de crianza que debería ser instintiva y natural. ¿Por qué son necesarios los grupos de maternidad y crianza?
Creo que las mujeres hemos perdido o no estamos en sintonía con nuestros instintos, con nuestra naturaleza. El puerperio y la maternidad ofrecen la oportunidad de reencontrarnos con nuestra verdadera feminidad, de tomar consciencia de ello y vivirlo con entrega. En el fondo para las madres GEMMA la crianza respetuosa no es un camino que hemos “elegido” entre muchos, sino el camino que hemos evidenciado conectando con nuestros instintos y emociones internas. Pero digamos que esto no es comúnmente compartido ni aceptado hoy en día y esto nos crea “dudas”.
Nuestra sociedad no acoge este tipo de crianza, no la apoya lo más mínimo y además es difícil compaginarla con los ritmos sociales establecidos (mundo laboral, etc...). Porque la crianza es un reflejo de cada sociedad, de cómo queremos que sean nuestros hijos, y el objetivo aquí y hoy es que sean independientes y autónomos lo antes posible, para que los padres puedan seguir produciendo en el mercado laboral, para que todo vuelva a la “normalidad” que existía antes de la llegada del bebé. Yo personalmente siento que los niños no tienen cabida en esta sociedad que hemos organizado, a menudo parece que molesten, como también pasa con los ancianos.
El mayor problema es que para conseguir rápidamente que sean “independientes” no se respeta los procesos internos de desarrollo de cada niño (como retirar el pañal antes de que esté preparado, querer que se duerma sólo y en su propia habitación; además otras prácticas conductistas parecidas). Esto puede causar inseguridades emocionales futuras, aparte de hacerles mucho daño emocional durante el proceso.
La intención de la sociedad es “crear” personas independientes, pero acaba pasando justamente lo contrario: que no conseguimos hacernos con una personalidad propia, con un sentido crítico; que no conseguimos reconocer cuales son nuestros intereses reales y personales... y como consecuencia, no conseguimos ser felices. Acabamos siendo únicamente seres productivos que hemos acumulado mucha información sin saber cómo administrarla y con algunos problemas emocionales.
La crianza respetuosa no comulga con las prácticas directivas hacia el niño, pero no sólo porque puedan ser dañinas, sino porque es lo que sentimos las madres y los padres que la practicamos, porque no podríamos criar de otra manera, porque nos sentimos en sintonía con la madre tierra y porque vivimos con consciencia. Los grupos de maternidad y crianza nos ofrecen un refugio, un lugar de unión, de energía y creatividad femenina.
-¿Cómo se desarrollan los encuentros del grupo?
Cada día se responsabiliza alguna madre de abrir la sala y de prepararla y otra de recoger y cerrar. Hay una madre encargada de la biblioteca y otra de añadir madres nuevas a la lista de correo electrónico, etc...
La madre que ha abierto la sala modera la reunión, básicamente para que no se acaben haciendo grupitos de charla durante la reunión, para que haya un único tema en cada momento, para que no se alarguen demasiado los temas si hay otras madres que quieren compartir ese día, etc...
Se abre un círculo de presentaciones de nosotras y nuestros hijos y cada una plantea el tema que quiere: dudas, alegrías... algunas tienen necesidad de compartir y otras sólo de escuchar. Muchas veces las dudas no tienen solución, pero nos basta con haberlas compartido, con reflexionarlas, con ver que otras están en lo mismo o que ya lo han superado.
Los temas más recurrentes son la lactancia (las noches, las lactancias con niños de 2-3 años), el colecho, la baja maternal, la vacunación, los pediatras, la alimentación complementaria, el rechazo de la familia...
Los niños nos acompañan siempre, excepto las madres de niños más mayores que ya están en escuelitas (aunque otras no escolarizan a sus hijos); algunos son tan pequeños que ni los descargan del fular, otros se sientan en nuestros regazos y se pasan el rato mamando, los más intrépidos gatean o corretean alrededor de nosotras, de nuestro círculo de mujeres.
-¿Qué le recomendaríais a las mujeres que quieran iniciar un grupo de crianza en su zona?
Que busquen si existe uno cerca de su casa. Preguntando en escuelitas libres, en tiendas de productos naturales, por ejemplo. Que busquen en la red de internet, en portales sensibles con la crianza respetuosa, la lactancia materna, etc...
Y si no existe:¡¡ que lo creen!! ¡Sólo necesitan juntarse varias madres! En el parque, en casa de alguna, o de manera rotativa, que busquen un local de cesión pública en centros cívicos, en asociaciones de vecinos, o quizás privado (las cooperativas de consumo tienen sus locales sin uso varias horas al día, por ejemplo). La mayoría de madres estarían encantadas de encontrar un grupo así, en cuanto conozcan a una madre con ideas similares hablen sobre el tema.
-¿Tenéis página web?
Sí, sencilla, creada y gestionada por nosotras mismas:
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Entrevista radiofónica a propósito de "Educación y libertad"
Mi amigo Antonio Salazar me entrevistó en su programa La Gaveta, de Radio Millenium (Tenerife) acerca de mi libro Educación y Libertad.
Podéis escucharla desde este enlace. Espero que os guste.
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10 tips para viajar en avión con niños
Viajo a menudo con mi hijo y creo que nunca me acostumbraré a ser testigo de tantas escenas desagradables entre padres e hijos en los aeropuertos y en los aviones. Los padres a menudo olvidan que un viaje es, esencialmente, un transtorno. La sensación de estar en tránsito no es agradable para los niños, no saben qué pueden esperar de esta situación y, por tanto, no saben cómo deben comportarse.
Las normas de seguridad pueden ser asfixiantes para los adultos, más aún para los pequeños y, sobre todo, si a ellas añadimos la inquietud y el nerviosismo de los padres.
Os dejo diez sencillo consejos que os harán más fácil el viaje con niños.
1.- Los preparativos son fundamentales. Es importante tener claros los horarios, las rutas, las normas de los aeropuertos y aviones, etc. Y conviene implicar a los niños en estos preparativos en la medida de lo posible y dependiendo de su edad.
2.- Explícaselo, pero no con demasiada antelación. A veces, cometemos el error de creer que debemos preparar a los niños con tiempo, para que se hagan a la idea de los cambios que se avecinan. Pero no debemos olvidar que el tiempo transcurre de otro modo para los niños. Si durante tres semanas le estamos hablando de un viaje que haremos, al niño se le puede hacer eterna la espera y puede tener la sensación de que lo estamos engañando, puesto que le hablamos de algo que, en realidad, no llega a suceder.
3.- Anota los teléfonos importantes en un papel, por si te quedas sin móvil.
4.- El equipaje debe ser ligero, pero suficiente. No lleves cosas suplerfluas, pero lleva todo lo que vayas a necesitar. Haz una lista y revísala un par de veces antes de salir de casa. Sobre todo, ¡no olvides vuestra documentaicón!
5.- Facturar el equipaje puede ser una buena opción para ir más descargado por el aeropuerto. Sin embargo, ten en cuenta que el tiempo de espera para la recogida de equipajes suele ser superior a 10-15 minutos. Si crees que el niño estará demasiado cansado y/o inquieto como para esperar durante ese tiempo, quizás deberías llevar el equipaje contigo.
6.- Lleva cosas para entreteneros, sobre todo si el vuelo es largo. Lo más práctico es llevar, al menos, una libreta y un boli, porque da mucho juego: podríes escribir, dibujar, jugar a 3 en raya, etc.
7.- Agua. Lleva una botella de agua. ¡La hidratación es importante! Si viajas con niños, te dejarán pasar el control de seguridad con una botella pequeña de agua y, si no, siempre tienes la opción de comprarla una vez lo hayáis pasado.
8.- Llévalo al baño antes de subir al avión. Recuerda que durante el despegue los pasajeros no pueden levantarse de sus asientos.
9.- ¿Y si tiene miedo? Tú conoces mejor que nadie a tu hijo y, por tanto, nadie mejor que tú sabe qué palabras lo van a reconfortar. Algunos niños no quieren oir que "no pasa nada" porque para ellos sí está pasando algo y necesitan una explicación. Para otros, es suficiente con que su madre les de la mano. Y, para todos, es importante ver a los adultos que los aocmpañan relajados.
10.- Si pregunta por la seguridad en los aviones, enséñale el folleto informativo y complementa las explicaciones de la azafata. Pero, si no pregunta, no le des información que no necesita.
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Vídeo: Born to lear (nacidos para aprender)
Este vídeo está en inglés, pero lo comparto porque está muy bien hecho (aunque es una pena que tengamos que hacer este tipo de vídeos para explicar obviedades que nunca debimos olvidar).
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Mal de escuela, de Daniel Pennac
FICHA BIBLIOGRÁFICA
TÍTULO: Mal de escuela
AUTOR: Daniel Pennac
EDITORIAL: Debolsillo (año 2011)
Daniel Pennac (Casablanca, 1944), hoy profesor retirado y escritor de reconocido prestigio, fue un mal alumno. El recuerdo del dolor y el miedo que le producían la escuela fue lo que le llevó a tomar la decisión de dedicarse profesionalmente a la docencia. Consideró que el hecho de haber sido un mal alumno, un zoquete como él mismo se denomina, le ayudaría a salvar de la escuela a muchos otros zoquetes. Por eso, tras retirarse de la docencia para dedicarse profesionalmente a la escritura, publicó un libro titulado “Mal de escuela” en el que analiza las disfunciones del sistema educativo desde la perspectiva del mal alumno. Se trata de una obra muy ágil desde el punto de vista literario, que utiliza un lenguaje directo, simple y, en ocasiones, coloquial. Alterna sus propias reflexiones actuales con el relato de diversas anécdotas de su vida como alumno y de su vida como profesor.
En un interesante recurso literario, Pennac empieza por el epílogo y cuenta cómo su madre, aún a día de hoy, duda de que su hijo sea capaz de valerse por si mismo, duda que se originó en sus días de mal alumno y que perduró a lo largo de toda su vida. El relato autobiográfico del mal alumno convertido después en buen profesor sirve de hilo conductor a esta obra que realiza una detallada y acertada radiografía de la escuela como institución porque, aunque haya cosas que han cambiado con el paso de los años, lo fundamental, para bien y para mal, permanece.
Tres son los aspectos principales que se desgranan:
Uno, la responsabilidad compartida de todos los agentes implicados en la educación: los padres, los profesores, el sistema escolar, el gobierno y, también, los propios alumnos.
Dos, la inutilidad de la escuela cuando pretende acelerar los ritmos y procesos naturales de aprendizaje, cuando se aleja de la realidad cotidiana de sus alumnos y cuando profesores sin pasión ni vocación pretenden aplicar métodos sin llegar a la raíz de los mismos, vaciando de sentido al acto pedagógico.
Y tres, la doble vertiente del impacto que a corto, medio e incluso largo plazo tiene la escolarización para cada niño. De un lado, y en sentido negativo, la indefensión aprendida de aquellos que son etiquetados como zoquetes, lentos, poco inteligentes, malos alumnos en definitiva. Y de otro lado, en sentido positivo, el llamado efecto Pigmalión que permite no sólo el éxito perdurable de los buenos alumnos sino también, y sobre todo, la recuperación y la salvación de los malos alumnos, como fue el caso del propio autor.
Este tercer aspecto es el que a continuación se analiza.
Desde que nace un niño se tienen expectativas sobre su vida en función de la familia y la sociedad en la que ha nacido. Es lo que Daniel Pennac llama “la rutina del Darwinismo social” (p.23). En ocasiones, el niño incumple las expectativas sobre él depositadas y entonces se le marca, se le etiqueta. Hoy en día tenemos infinidad de diagnósticos psicológicos que cumplen esta función; antes, simplemente, eran llamados zoquetes o malos alumnos.
El mal alumno, por definición, no encaja en el sistema y, por ello, se convierte en un estratega. Ya en la década de los años 50, el profesor John Caldwell Holt se preguntó qué es lo que sucede en la escuela que hace que un niño que en otras circunstancias es observador, imaginativo y analítico, se convierta de repente, como por arte de magia, en un completo inútil. La respuesta la da Holt y la confirma Pennac: lo que sucede en las escuelas no es lo que los profesores creen que sucede. El mal alumno siente miedo y al miedo le suceden las ganas de huir. Mientras, el profesor no se da cuenta de que el mal alumno, completamente bloqueado y paralizado, se dedica a desarrollar estrategias para salir del paso, para pasar desapercibido, para dar con la respuesta correcta y que le dejen en paz. “Devanarme los sesos para elegir lo que realmente le gustaría a aquel cabrón” (Pennac, p.33).
Sin embargo, de vez en cuando aparece un profesor que consigue restablecer, al menos en parte, la confianza en sí mismo del mal alumno. A veces esto sucede sin que medie intencionalidad por parte del profesor pero, sabiendo que es posible, ¿no están todos los profesores moralmente obligados a intentar ser los salvadores de sus malos alumnos? ¿No es ése el objetivo de la docencia?
“Los profesores que me salvaron no estaban formados para hacerlo” (Pennac, p.34). Es probable que hoy en día padezcamos de un exceso de formación y de una preocupante carencia de vocación, pues a medida que la formación avanza en cantidad, también avanza el fracaso escolar. Nos falta darle un enfoque holístico a la escolarización: “Reducidos a nosotros mismos, nos reducimos a nada” (Pennac, p.61). Nos falta mejorar y reforzar la comunicación y ello pasa, entre otras cosas, por recuperar la vocación no sólo por la docencia sino, especialmente, por la materia objeto de enseñanza. De los tres profesores que finalmente le salvaron, Pennac dice: “Eran artistas en la transmisión de su materia. Sus clases eran actos de comunicación, claro está, pero de un saber dominado hasta el punto de pasar casi por creación espontánea”.
Cabe destacar el enfoque positivo de la crítica que Pennac realiza al sistema escolar. La crítica siempre es fundada, otorga a cada uno de los agentes implicados su justa dosis de responsabilidad y, sobre todo, destaca los aspectos positivos de la escolarización, aquellos que él mismo fue incapaz de ver durante sus años de instrucción obligatoria. Únicamente un profesor fue su tabla de salvación: “Basta un profesor -¡uno solo!- para salvarnos de nosotros mismos y hacernos olvidar a todos los demás”, afirma en la última parte del libro. Y esa salvación consiste en la cooperación necesaria en el diseño de la identidad personal del alumno que, al fin y al cabo, es el objetivo de toda educación.
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Ce n'est qu'un debut (Sólo es el principio)
En el año 2006, la maestra Pascaline Dogliani empezó a organizar talleres de filosofía para los alumnos de la escuela infantil donde trabajaba. “Sólo es el principio” es el resultado de un trabajo que duró tres años (entre el rodaje y el montaje) y que va mucho más allá de la mera experiencia pedagógica.
Las tareas preparatorias consistían en sesiones de dibujo, lectura de historias, espectáculos teatrales, etc. Después, los niños y su maestra se sentaban alrededor de una vela encendida y empezaba la sesión de filosofía. Niños de 4, 5 y 6 años respondían a cuestiones trascendentales sobre la muerte, el amor, la libertad, la inteligencia, la amistad o el racismo dando su propia versión de cada concepto, tratando de encontrar ejemplos válidos y aprendiendo a razonar. En las primeras sesiones, Pascaline les guía mediante una serie de preguntas sobre cada tema. Pero a lo largo de dos años, los niños aprenden a escuchar al otro y a responderle, reconstruyendo su propio pensamiento y analizando los puntos de vista encontrados.
En estas sesiones no hay obligación de participar; no hay respuestas correctas e incorrectas, no hay evaluación, no hay premios ni castigos. No hay siquiera una duración determinada, no hay un horario que cumplir. Algunas sesiones duraron más de una hora, pero hubo otro que sólo duró diez minutos. Se agotó el tema, los niños no tenían nada que decir, de modo que se levantó la sesión. Todas las respuestas son válidas porque son sinceras. Constituyen un camino en la construcción del pensamiento racional de cada niño; aprenden a escuchar al otro pero también a si mismos, fortaleciendo así su propia autoestima. Es todo lo contrario de la escuela convencional, donde hay tantas pautas rígidas marcadas, tantos objetivos por cumplir y tantos métodos predeterminados, que no cabe la evolución personal del niño.
El documental se ha comparado con “La clase” y con “Ser y tener”, y ha sido ampliamente elogiado por su autenticidad, por ser ágil y divertido sin dejar de ser profundo y educativo. Se le ha criticado, por el contrario, que no tiene “nada que ver con la filosofía”. Probablemente el sentido de la crítica es que no tiene nada que ver con las “clases de filosofía”. Porque ¿qué es la filosofía sino el planteamiento de cuestiones fundamentales sobre la existencia humana? ¿Acaso la edad de los participantes invalida de algún modo sus respuestas y sus argumentaciones?
El proyecto de Pascaline va más allá de la escuela; no es académico y no se agota en el espacio escolar, sino que continúa en casa, con las familias y, previsiblemente, continuará a lo largo de toda la vida de sus participantes. Porque este taller “sólo es el principio”.
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Vídeo: Entrevista a Ovide Decroly
En un derroche de medios sin precedentes, nos trasladamos hasta 1920 para entrevistar a Ovide Decroly, doctorado en psiquiatria, pedagogo y uno de los máximos exponentes del movimiento de la Escuela Nueva.
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Vídeo: La Escuela Nueva
En 100 años no hemos aprendido nada.
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Entrevista a la psicóloga Rosa Jové
[Nota: esta entrevista fue realizada y publicada en Tarkus Kids en mayo de 2010. Por algún motivo, esa entrada desapareció, por lo que la reproduzco a continuación.]
Rosa Jové estuvo en Menorca dando una charla sobre crianza. La afortunada reportera que la entrevistó para la revista local fue una servidora. Compartimos un desayuno (aunque ella desayunó más bien poco porque la tuve toda la hora hablando…). Después, se cerró el aeropuerto debido a la ceniza del famoso volcán islandés, así que tuvo tiempo de leerse mi libro completito. Un honor para mí, obviously.
Estoy convencida de que para la mayoría de los lectores de Tarkus Kids, Rosa Jové no necesita presentación. Para los demás, diré que es licenciada en Psicología y en Historia y Geografía y que está especializada en psicología clínica infantil y juvenil, en psicopedagogía y antropología de la crianza. Es especialmente conocida por su libro “Dormir sin lágrimas” y por sus artículos sobre crianza respetuosa. Además –sobretodo- es madre de dos hijos, así que la primera pregunta es obligada:
¿Qué fue primero, la maternidad o el interés profesional por la crianza?
Trabajo con niños desde 1982 y fui madre en 1997, así que ya llevaba bastantes años –casi veinte- dedicada a los niños y tenía interés por la crianza. Pero he de reconocer que cambié mucho cuando fui madre. Hubo un cambio cualitativo más que cuantitativo. Hice una especie de reset en muchas cosas, eso es verdad. Siempre había sido muy respetuosa con los niños con los que trabajaba, pero sí que cambié cuando fui madre.
Estamos perdiendo el sentido de comunidad, la “tribu”. Las familias cada vez son más pequeñas, criamos a los niños en soledad… ¿Qué nos está pasando?
Antes las madres tenían unas redes sociales muy importantes. Yo, por ejemplo, era la mayor de una familia numerosa y, en aquella época, eran muchas las familias numerosas. La gente casi miraba raro a los hijos únicos. Entonces, ¿por qué pienso que mi madre pudo tener una familia numerosa? Porque en casa había tres mujeres para cuidarnos: mi madre, mi abuela y una tía que era soltera. Además, había relación con las vecinas pero, ahora, en las ciudades, esto es imposible. En pueblos pequeños todavía se puede, pero en ciudades es impensable. A veces, una madre, aún teniendo a su madre en la misma ciudad, puede que la tenga a hora y media de metro, que no la tenga al lado. Y, a veces, las madres viven en un bloque de pisos donde no conocen a la mayoría de sus vecinos o, si los conocen, quizás ellos no están criando, o no hay suficiente confianza como para dejarles a los niños. Esto es un obstáculo importante a la hora de criar, pero aún hay otro: ahora los niños están mal vistos en casi todos los sitios. Cuando yo era pequeña, todos los niños íbamos a misa, y nos divertíamos pasándonos los misales. Ahora, entras en una tienda con un niño y es muy posible que la dependienta te mire mal, como pensando “a ver ahora éste qué va a hacer”. ¡Hay bodas a las que ni siquiera invitan a los niños! Entonces, la madre se encuentra en la situación de tener que buscar a alguien que le cuide al niño o no puede ir a la boda porque lo tiene ella.
¿Es tal vez por eso que hemos llegado a confiar más en los profesionales de la crianza (pediatras, psicólogos, etc) que en nuestras propias madres o en nuestro instinto?
Sí, cuando te encuentras sola, a veces pierdes la seguridad en ti misma y, muchas veces, el profesional es la única persona cercana a la madre que entiende de crianza.
En estas circunstancias, ¿cómo podemos conciliar la vida familiar con la laboral?
¡Yo tengo el secreto de la conciliación!
Cuéntamelo…
La conciliación de la vida laboral y familiar es una ley que tiene un nombre muy largo pero muy poco contenido. En los países escandinavos hay dos años de baja maternal. Aquí dicen que no hay dinero para eso y se ponen a construir más guarderías. La guardería es un mal menor, atenta contra la salud de los niños, porque muchos se ponen enfermos y, si se quedaran en casa, eso no pasaría tanto. Pero, claro, muchas madres quieren ir a trabajar. ¿Cómo lo arreglamos? El otro día calculé cuánto cuesta una plaza de guardería por niño al mes. Hay que contar el personal, los materiales, la luz, la calefacción, etc, pero también el edificio. Cada plaza sale por una media de 2000 euros al mes. Creo que el Estado debería darles a las madres un cheque de 1500.-€ al mes por cada niño y que cada madre pudiera decidir si se lo gasta en la guardería, en una canguro o si le compensa dejar de trabajar para cuidarlo ella. Eso sí, todas las guarderías deberían tener una “tarifa plana” de 1500 euros. Así se gastaría lo mismo que se está gastando ahora pero las madres tendrían más opciones.
El otro día leía que una de las ventajas de la crisis económica es que las familias ya no tienen el dinero necesario para pagar guarderías y, en cambio, tienen el tiempo disponible para cuidar a los hijos en casa.
Exacto. Esto, junto con lo que hacen los países nórdicos que, si una madre se presenta a un proceso de selección laboral se le equiparan los años de antigüedad, haría que todo fuera más fácil.
¿La conciliación también pasa por un cambio de chip de las madres?
Sí, aunque la madre siempre tiene el derecho de elegir.
¿No te parece que cada vez hay más madres desnaturalizadas, que actúan en función del “qué dirán” en vez de hacer lo que sienten que es correcto?
Muchas veces reproducen el estilo de crianza que ellas mismas recibieron. Hace una treintena de años, dejar llorar a los niños era algo bastante normal. Creo que hubo un momento, a partir de los años 60, en que empezó a haber este tipo de ideas y, claro, las madres de hoy son las que fueron criadas así.
Sí, nosotras somos la generación del biberón, el chupete y la cuna…
Muchas veces me encuentro con madres que dicen: “mi madre me pegaba y no he salido tan mal”. ¡Ah, pero no saben cómo habrían salido si las hubieran tratado de otra manera! Por eso hay madres que no saben responder a las necesidades del niño, porque sus propias necesidades no fueron cubiertas en su día. Algunas han hecho el proceso y han cambiado, pero otras, no.
Una vez vino a mi consulta un matrimonio con un hijo adolescente con un ”currículum”… Yo siempre digo que no hay adolescentes malos, pero éste rayaba la línea: pegaba en la escuela, en casa, etc. El padre decía: “no sé cómo nos ha salido así, porque no le hemos dejado pasar ni una”. Le habían pegado con zapatillas, cinturones, etc., le habían castigado… Y no entendía cómo les había “salido así”. Bueno, yo lo puedo imaginar… Y ellos lo habían tratado así pensando que era por su bien.
Con esta falta de tribu y buscando consejo en los profesionales, la crianza ha llegado a internet. ¿Es bueno, malo o depende?
Yo creo que, en general, es más bueno que malo. Lo que pasa es que hay que enseñar a la gente a tener criterio cuando entra en internet. Hay foros que los montan los medios de comunicación, por ejemplo. Tienes que ver dónde te metes. A lo mejor un medio de comunicación puede montar un buen foro de política, pero de crianza quizás no. Sin embargo, aunque el foro sea malo, la gente deja mensajes contradictorios y, al menos, puedes darte cuenta de que hay más gente. Así, a veces, la gente empieza a buscar y encuentra otras cosas.
Si pudieras darle únicamente un consejo a una madre primeriza, ¿cuál sería?
Amor. Ya lo dijo San Juan: “ama y haz lo que quieras”. ¿Por qué mi marido y yo llevamos tantos años juntos? Por amor. No hay más.
Pero la gente sigue buscando métodos, quieren saber qué hacer exactamente en cada momento…
Cierto, pero la gente se tiene que acostumbrar a que en las relaciones humanas no hay métodos. Si los hubiera, los psicólogos no existiríamos. Habría máquinas donde introducirías el tipo de problema y saldría la respuesta. Las personas son diferentes: lo que sirve para una puede no servir para otra. Hay gente que se agobia mucho y necesita que le des rutinas porque, siguiéndolas, tendrá la sensación de estar haciendo lo correcto y se tranquilizará. Pero a una persona más meticulosa no le des rutinas, porque le dará un ataque el día que se pase 5 minutos de la hora. Es exactamente igual que enseñar a los niños. El mismo método no te sirve para enseñar lo mismo a dos niños distintos. Tenemos que acostumbrarnos a que hay cosas que no pueden enseñarse con métodos. Y aquí está lo bonito de la crianza: que no somos robots.
¿Estamos aprendiendo? ¿Cómo ves la crianza una generación más adelante?
Creo que vamos por el buen camino. Llegó un momento, en los años noventa, que tocamos fondo, pero ahora volvemos a remontar. Las tasas de lactancia están aumentando año tras año. Esto es un hecho significativo.
¿Qué se le dice, por ejemplo, a una madre que cree que dar el pecho todo el día es malo, no ya para el bebé, sino para la propia madre?
Que está equivocada. Debería tener un buen pediatra que le dijera que lo de las tres horas pasó a la historia hace años… Pero, claro, si el pediatra le sigue diciendo lo de las tres horas, la pobre mujer se va a desesperar. Yo llevaba a mis hijos todo el día en la mochila: el niño podía mamar cuando quería, pero no se veía ni el bebé ni el pecho.
Aquí no se ven muchos portabebés…
En las ciudades cada vez se ven más, por un simple motivo de comodidad porque, si vas en metro o en bus, con el carrito no puedes. En la ciudad te tienes que espabilar sola y, si usas una bandolera, vas mucho más cómoda porque no ocupa espacio y te deja las dos manos libres. Por eso mucha gente la usa aunque no tenga este estilo de crianza.
¿Qué nos pasa con la comida, que nos da tantos problemas? Ponemos normas a los niños y, después, cuando son adolescentes, tienen trastornos de alimentación, obesidad, etc. ¿No tendrá algo que ver?
Claro que sí. Yo siempre digo que, mientras las gente siga criando de esta forma, a mi no me va a faltar el trabajo. De mis pacientes, puedo decir que, los que traen a los niños cuando son pequeños, un alto porcentaje tiene un estilo de crianza más respetuosa con el niño: los traen en bandoleras, quieren que duerma sin dejarlo llorar, hacen consultas sobre lactancia, etc. Pero los que los traen cuando son adolescentes, son precisamente los otros.
¿Podemos hablar de niños ferberizados, estivillizados y compañía? ¿Qué pasa con estos niños cuando crecen?
Según los estudios, hay aproximadamente un 20% de niños que no tendrán ningún trauma porque se les haya aplicado este tipo de método. Y un 80% que sí. Ése 20% existe. Lo que nosotros hemos podido demostrar es que va en función de la edad. Estivill dice que el método no ha de aplicarse antes de los 7 meses de edad ni después de los cinco años. Cuanto más pequeño es el niño, más posibilidades tiene de traumatizarse. En cambio, si coges a un niño de cinco años y le dices que tiene que quedarse sólo en la habitación y dormirse, el niño llorará pero no pasará miedo. Sin miedo, no se desencadena el mecanismo neuronal que haría que se traumatizara. Por eso, este tipo de métodos indica que, después de los cinco años, no funciona. Y no funciona porque el niño ya no tiene miedo. Seguro que no le gusta estar sólo en la habitación, pero es posible que no le de miedo. Es como si intentaras aplicarle el método a un adolescente. No funcionaría, porque no tendría miedo. Otro factor determinante de futuras secuelas, además de la edad (relacionada con el miedo), es el pack que lo acompaña. Normalmente, la gente que compra este tipo de libros, también compra otros con títulos como “Espera”, “Aguantate”, “No lo toques, no lo abraces”, “Llévalo a la guarde a los 4 meses”, etc. Por eso, cuando llegan a consulta, no es que tengamos que desmontar el método Estivill, es que tenemos que desmontar el pack entero. En cambio, hay madres que han aplicado el método pero que han tratado al niño con respeto y con amor.
Por tanto, ¿el método Estivill tiene secuelas? Sí. ¿Siempre? No. Y la gradación va en función de la edad de aplicación y del pack que lo acompaña. Creo que es importante realizar esta puntualización.
Si hemos aplicado el método Estivill y nos arrepentimos, ¿cómo podemos llevarnos al niño a la cama familiar?
Pues llevándolo.
Pero, si ahora duerme sólo, ¿cómo sabemos si está durmiendo bien o si está traumatizado?
Si se ha hecho y ha funcionado, hay que observar al niño cuando va a acostarse. Si el niño está contento y tranquilo –y eso ningún profesional lo puede ver mejor que una madre- entonces es que duerme bien y será suficiente con “compensarlo” durante el día con mucho amor y dedicación. Ahora bien, si ese niño, cuando llega la hora de acostarse, empieza a estar inquieto, a sentirse mal, etc, entonces es que no duerme bien. Si no funciona, cambia. Llévatelo a la cama familiar.
Hablemos de la tele. Parece que hay una especie de movimiento anti-tele…
Yo estoy en contra de ese movimiento contra la tele, las máquinas y las pantallas. Yo paso ocho horas al día delante de un ordenador, ¿y qué? La tele, el ordenador, la Play, etc no son malos en si mismos. Lo que puede ser perjudicial son los juegos que hay dentro, el contenido. Jugar a un Brain Training o a un juego para aprender inglés me parece perfecto En cambio, jugar a matar ancianas o a atropellarlas con un coche, eso ya no me parece bien. Lo malo no es la tecnología, sino el uso que hacemos de ella. Hay que buscarles juegos adecuados y estar con ellos. Acompañarles, ver qué hacen, a qué juegan, qué se descargan por internet, etc.
Ahora, en el sistema educativo se quiere poner un ordenador para cada niño, por lo que estarán seis horas diarias delante de la pantalla. Y ahora hay madres que se quejan porque están tres horas jugando a la Play o viendo la tele. Hay que tener en cuenta que un niño “enganchado” debe ser, necesariamente, mayor de 5 o 6 años. Antes no se enganchan. Quizás algunos dibujos les llamen mucho la atención, pero ningún niño de menos de 5 años pasaría cuatro horas seguidas viendo a Pocoyó. En cuanto a los niños de 5 años en adelante, hay que tener varias cosas en cuenta: si va al cole, más o menos de 9 a 5 no estará delante de la tele. Si llega a casa, merienda y hace los deberes, antes de las 6 o las 7 tampoco verá la tele. Si además, es hijo único, no tiene hermanos con los que jugar y tampoco puede bajar al parque porque vive en una ciudad, ¿qué podemos pretender que haga? Pues mirará la tele o jugará a las maquinitas durante tres horas porque es el tiempo que tiene disponible. Además, muchas veces la madre ve más horas la tele que el niño y no considera que ella esté enganchada. Para mí, un niño enganchado es aquel que deja de hacer otras cosas por estar delante de la pantalla; que no va con sus amigos cuando éstos van a buscarle, que dice que no a cualquier plan que se le proponga. Y de ésos, todavía no he visto a ninguno. Otra cosa es que le propongas ir a casa de la abuela y te diga que no, pero eso quizás sea porque el ordenador es más bonito y agradable que la casa de la abuela. Pero si le ofreces algo bueno y dice que sí, entonces no está enganchado. Si se está aburriendo y no tiene nada mejor que hacer, entonces las máquinas y las pantallas me parecen bien, siempre que los contenidos sean adecuados y no deje de hacer otras cosas. Obviamente, entre hacer deberes y jugar a la Play, elegirá la Play.
Decías que hay que darles a los niños modelos, valores y normas. ¿No sería más adecuado sustituir las normas por principios? Es decir, en vez de poner una norma que diga que cada día comemos una pieza de fruta, usar el principio de que comemos alimentos saludables para mantener nuestra salud, por ejemplo.
Los principios los incluyo en los valores. Por ejemplo, la honradez es un principio o valor. Cuando hablo de normas, me refiero a la convivencia. Es decir, los niños han de ir atados en el coche porque si no, nos parará la guardia urbana. Esto es una norma y le tenemos que explicar al niño que no la hemos puesto porque sí, sino que es una norma social. Las normas son aquellas sobre las que no tienes elección y, por eso, se las tienes que explicar. Aparte, hay otra serie de normas que funcionan en casa. Por ejemplo, en mi casa, ni se grita ni se insulta. Es una norma de convivencia.
Claro, ésta es una norma que se fundamenta en un valor o en un principio, pero luego hay otras normas que muchas familias establecen arbitrariamente, como que sólo se comen chuches los sábados, por ejemplo. ¿Cómo puede un niño de tres años distinguir un sábado de un miércoles? ¿Cómo va a comprender que un día puede y otro no?
Las familias tienen derecho a establecer este tipo de normas, pero deben ponerlas a partir de los dos años de edad. Con un niño más pequeño, sencillamente, lo que no quieras que haga, intenta que no lo vea. Si no quieres que juegue con cuchillos, no los dejes a la vista. Si no quieres que coma chuches, no se las pongas delante. Si no quieres que rompa la vajilla de cristal, tenla guardada donde no la vea. A partir de los dos años, como tienen más capacidad de razonamiento y de lenguaje, se lo puedes explicar. Cada cosa a su tiempo. Por ejemplo, mis hijos entienden que los cromos sólo se compran el día que vamos al quiosco, que es el domingo, porque los otros días no gastamos el dinero en cromos. Detrás de esta norma tenemos el principio de aprender a administrar el dinero.
Háblame de los castigos y las consecuencias.
¿Castigos? A mí no me gusta castigar a nadie. Yo no castigo a mis secretarias, ni a mi marido, ni a mi hermana. No castigo a nadie, ¿por qué iba a castigar a mis hijos? Entiendo que si un niño tira las cáscaras de las pipas al suelo, se las hagas recoger, porque es la consecuencia natural: si ensuciamos, limpiamos. Eso no es un castigo.
¿Se aprende a distinguir las consecuencias de los castigos?
En ese momento, pienso que pasaría si eso pasara con mi marido. ¿Sería un comportamiento aceptable?
Por último (por falta de tiempo, que no de ganas) recomiéndanos tres libros de crianza que no sean tuyos.
Me gustaría recomendar alguno de lactancia materna por la importancia del tema, porque creo que es bueno que la gente empiece a hacerlo. Hay un libro de la Asociación Española de Pediatría, el Manual nº5, que es un monográfico sobre lactancia materna.
También el de "Cómo hablar para que los hijos escuchen y cómo escuchar para que los hijos hablen", de Adele Faber y Elaine Mazlish.
Y, a parte, en mi libro Crianza Feliz hay libros recomendados en cada capítulo y todos están muy bien.
También el de "Cómo hablar para que los hijos escuchen y cómo escuchar para que los hijos hablen", de Adele Faber y Elaine Mazlish.
Y, a parte, en mi libro Crianza Feliz hay libros recomendados en cada capítulo y todos están muy bien.
Desde aquí, le agradezco a Rosa el tiempo y la atención que me dedicó; y a Nuria y a Úrsula por haberla elegido a ella para dar la charla a los padres de alumnos.
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Doman, Kumon y crianza - el top 10 de Tarkus Kids
¿Queréis saber cuáles son las entradas más leídas de Tarkus Kids?
Aquí os dejo el top 10 por orden de visitas (de más a menos). ¡Disfrutad de la lectura!
2.- Método Kumon: promoción 15 días gratis
3.- 10 tips para viajar en avión con niños
4.- Libro POI: cebras
5.- Experimento científico casero: evaporación
6.- Bertín Osborne habla del método Doman
7.- Método Doman y Método Kumon: semejanzas y diferencias
8.- Beneficios de la braqueación (el método Doman de excelencia física)
9.- Pegar a los niños. ¿Disciplina?
10.- Jugar y dejar jugar
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